¡Bienvenido!

Querid@ amig@, recibe mi cordial saludo; de alguna manera, tu visita al Blog, no es casualidad sino que es CAUSAL, sí, así como lo afirmo, es propio de la causa que mueve nuestras propias sensaciones en este hermoso Universo creado por un SER SUPREMO. Aquí eres bienvenid@ sin distingo de raza, credo o religión ni status social... ¡Somos herman@s e hij@s de la misma creación!

... y ten en cuenta que en el crecimiento personal, la libertad de credo, de pensamiento y de expresión,
y el respeto por la diferencia constituye un factor importante de amor y comprensión; por tal, lo que se expone en este blog puede ser de su interés, tal y como lo es para quien lo administra.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Ayuda celestial para depurar tu sistema de creencias


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Todo el tiempo justificamos lo que nos sucede, ignorando que nuestro mundo es una proyección, fiel copia de nuestro pensar. Heredadas o adquiridas, las creencias son prácticamente el origen de todo sufrimiento porque consolidan la estructura mental que dictamina si algo es bueno o malo, bonito o feo, permitido o censurado, verdad o falsedad, motivo de felicidad o desdicha.

Además, que mucha gente crea lo mismo, tampoco significa que sea válido. De hecho, un gran porcentaje de las convicciones colectivas no es cierto. Y en cuanto a tus creencias individuales, si analizas bien, descubres que la mayoría se basan en lo mismo: tu opinión personal. El problema radica entonces en creernos nuestras propias mentiras y reforzarlas con las ideas y juicios de los demás.

Hace algunos días fui a visitar una amiga. Al llegar a su casa, encontré un grupo de personas que no conocía. Normalmente soy muy comunicativa, pero ese día estaba muy silenciosa. Allí en la sala de su casa, varias personas entablaban una conversación acerca de robos e inseguridad entre otras cosas. Me sentí un poco incómoda con el tema y no participé mucho. A excepción de la anfitriona, nadie conocía a que me dedico.

Sin embargo, al rato me dejé contagiar y empecé también a hacer parte de la charla. En un principio, específicamente hablaban de un oficio en particular y generalizaban a todos los que lo ejercen como deshonestos y ladrones. Aunque inicialmente algo dije sobre no etiquetar, la cuestión es que ya luego le permití a mi ego que me involucrara en la conversación y mencioné uno y otro caso de personas conocidas y familiares que certificaban lo expuesto.

Toda la tarde no se habló más que de hurtos, desfalcos, atracos, agresión, etc. En fin, imaginarás la energía tan negativa con la que impregnamos el ambiente y de paso, todos los que allí estábamos. Salí sola, ya de noche, era un día entre semana, me sentía indispuesta, expuesta, nerviosa por tener que manejar en medio de la insegura ciudad en la que vivíamos después de los reiterados ejemplos que se mencionaron en ese lugar.

Y efectivamente, para corroborar todas las creencias instauradas esa tarde, en un cruce, un hombre habitante de la calle me abordó. Me pedía dinero. La luz del semáforo no cambiaba, el rojo se me hizo eterno. Me amenazó pero gracias a Dios no me sucedió nada; los ángeles me protegieron. Arranqué temblando de miedo. Claro, ¿qué más podía atraer si había estado horas creyendo, hablando y quejándome de lo mismo?

Es nuestro sistema de creencias lo que refuerza el miedo, los obstáculos y las barreras que nosotros mismos levantamos. La mente aunque popularmente se dice que nos juega sucio, es en realidad un terreno muy fértil y bendecido en el que germina cualquier cultivo bueno e incluso la misma maleza. Así que, es tiempo de transformar y purgar toda la rigidez mental en nuestros hábitos mentales. Si se cree que la vida es difícil, así se presentará, porque sencillamente devuelve todo lo que se siembra con las ideas fijas.

Las experiencias, los encuentros y todo lo que nos sucede se nos presentan como oportunidades y espejos para crecer. ¿Sabes qué los determina? Otra vez: tus creencias. Observa por ejemplo las personas que últimamente has atraído a tu vida, llámense conocidos, amigos, clientes, pacientes, vecinos, etc. ¿Qué patrones ves? (engaño, compasión, solidaridad, deslealtad, etc.), ¿qué te están enseñando?, ¿qué te están diciendo acerca de ti mismo? Y en cuanto a tus vivencias, ¿qué experiencias estás teniendo?, ¿qué creencias estás reforzando con ellas?, ¿qué estás repitiendo una y otra vez?

Si te animas, te invito a que hagas dos listas: la primera, con todas esas opiniones fijas, criterios juicios y condicionamientos que con la ayuda de los ángeles quieras depurar y eliminar. Y una segunda, con todo lo nuevo que quieres implantar. Cuando ya estés preparado, en un momento de comunión con la misericordia y el amor del Padre, invoca la asistencia de tus ángeles de la guarda y de los arcángeles Miguel, Metatrón y Jofiel.

Para empezar, pide al arcángel Miguel que te llene de valentía para desenmascarar a tu mente, confrontar a tu ego y acabar con el cuento que te has creído. Entiende que no era tu cuento, fue lo que te hicieron creer y creciste convencido de ello. Lee en voz alta tu lista y solicita a Miguel que con su espada arranque las marañas mentales que ya no sirven a tu propósito de vida.

Libérate de todo lo que no provenga del amor. En la medida en que sanes tus creencias acerca de ti mismo y de la vida, de lo que “debes” ser, cómo los demás “deben” comportarse y cómo la vida “debe” desarrollarse, tus experiencias serán diferentes. A todos nos ha dado alguna vez el arranque por querer cambiar el mundo, creemos que tenemos que realizar algo realmente excepcional para aportar a la colectividad, nos preguntamos cuál es nuestra misión de vida, ¿qué tal si empezamos por modificar nuestro mundo personal?

Ahora invoca a Metatrón. Pídele que con su cubo sagrado purifique y depure ese campo exuberante que representa tu mente. Permite en silencio que la sanación se de, mientras visualizas la energía color verde y fucsia de este maravilloso ser de luz trabajando en tu favor.

Finalmente, invoca la ayuda del arcángel Jofiel. Esta vez, lee tu segunda lista que equivale a las semillas de amor, compasión, armonía, seguridad, abundancia, prosperidad, salud y todo lo hermoso que quieras plantar en tu mente. Si necesitas desaprender, hazlo. Que la razón y el conocimiento no se conviertan en agentes boicoteadores.

Es más, pide permanecer en un estado de desconocimiento con la mente y de conocimiento con el corazón, porque éste te guiará hacia lo que te brinde mayor paz. Tres elecciones para hacer: no mentirte más a ti mismo, dejar de creer que solo tu estás en lo cierto y que los demás son los equivocados. Y como todos aprendemos con las otras personas, como nuestros espejos, pide que sean ejemplos corteses y maestros amorosos, los que se te presenten para despertar. Termina tu proceso, agradeciendo a Dios la presencia e intermediación de tus ángeles guardianes y de los tres arcángeles.
Para concluir: mi intención no es impresionarte y siendo coherente te pido que tampoco me creas todo lo que te digo. Tu necesitas vivirlo, experimentarlo por ti mismo. Te invito a que lo hagas, prueba y ensaya. Tu serás el más beneficiado con tu nuevo sistema de creencias.

Elijo a Dios y deseo su paz en tu corazón.

Martha Muñoz Losada.

Terapeuta en Sanación y Canalización con Arcángeles – Profesional en Reiki Unitario
www.facebook.com/leccionesconangeles
www.marthamunozlosada.com

martes, 18 de septiembre de 2012

¿Quién eres y para qué estás aquí?

¿Quién eres y para qué estás aquí?
Estar encarnados es una maravillosa oportunidad. ¿Pensamos alguna vez en ello? En las corridas de la vida diaria, raramente nos hacemos preguntas fundamentales. Nos decimos: “esto es lo que soy; esto es lo que es” y seguimos adelante. Habiendo tanta confusión y estrés, ¿para qué nos vamos a dificultar más la vida indagando acerca de ella? Sin embargo, eso es lo que realmente nos la simplificaría.

Como comenté en otros boletines, esta sociedad es producto del Ego y está vaciada de espiritualidad y sentido. ¿Qué es el Ego? Es eso que llamamos “Yo”: yo soy Juan Pérez; yo soy empleado; yo soy hijo, padre, marido, hermano, amigo; yo soy bueno, trabajador, voluntarioso, malhumorado. Usamos mucho el “tengo” con el Ego: yo tengo una casa, un auto, un empleo, un hijo, un prestigio, un carácter. Y muchísimo los verbos que denotan actividad (generalmente, con el “tengo que” adelante): yo voy a la oficina, yo plancho, yo corro, yo hago dieta, yo llevo los chicos a la escuela.

Si analizamos el párrafo anterior, el Ego parece ser una colección de roles y de facetas, llevadas a la acción. Y así es. Ese Yo que tratamos como si fuera un ente monolítico, es en realidad una multitud de aspectos, que se contradicen entre sí. Basta que nos pongamos un objetivo, para que surjan cantidad de ellos que dudan, se enojan, tienen miedo, se desmerecen, etc. Habitualmente, los calificamos en buenos y malos y ahí nos la complicamos peor, porque terminamos juzgándonos, culpándonos y castigándonos por no ser esa persona agradable, consistente y productiva que deberíamos ser.

Así las cosas, se podrían resumir en algo así como “nazco, me reproduzco, consumo y muero”. ¿Eso es todo? Las preguntas esenciales nacen cuando logramos todas las cosas que nos prometieron que nos iban a hacer felices y no lo somos. Las grandes crisis, la frustración continua, la insatisfacción, el vacío nos llevan a plantearnos qué más somos, qué más hay además del Ego.
Existen muchas explicaciones, como sabrás. Todas reclaman ser las únicas y auténticas y tener libros autorizados y pruebas fehacientes. Conócelas y elige la que sea afín a tu corazón y sirva a tu mayor transmutación. Como habrás notado, yo tengo una síntesis personal, producto de años de estudios y vivencias. Entre otras cosas, creo en la reencarnación (o en algo parecido a ello, ya que somos un tanto más complejos que la sencilla idea de ir y venir en distintos cuerpos, en distintos tiempos). Sin entrar en discusiones abstractas (no evangelizo; comparto), somos un Espíritu, una chispa divina, que tiene un Alma, que coordina los aprendizajes, experiencias y evoluciones en diferentes dimensiones, tiempos, lugares y criaturas.

Una de esas posibilidades es estar encarnados en este planeta. Para concretarla, el Alma crea en cada una de ellas un determinado diseño, para asegurarse un determinado aprendizaje. El cuerpo que tenemos, la personalidad, los padres, las cualidades y desafíos, el lugar, la clase social, los dones, todo tiene un propósito. Este propósito se despliega a lo largo de la existencia de cada uno, forzando a comprenderlo y honrarlo en su cumplimiento.

¿Vas entendiendo que no viniste aquí a tener y hacer? ¿Que tu vida es una creación desde su mismo inicio y que está en ti seguir creándola desde tu mayor conciencia y magnificencia? ¿Que lo “malo” que somos o hacemos y los sufrimientos que conllevan son una forma de aprender simplemente? Tener un cuerpo físico en la Tierra implica muchos niveles, desde el más primario de conocerlo y sobrevivir al más arduo de buscar la trascendencia. Como Humanidad, hemos hecho que este proceso sea demasiado brutal y, paradójicamente, inhumano.

Todos somos responsables, porque hemos contribuido en este tiempo y en otros a que esto sea así. Es hora de tomar conciencia plena de que Todos Somos Uno. Que lo que nos sucede a cada uno no termina en nuestra propia burbuja sino que es patrimonio común, a través de la energía divina que nos hermana, a través de una red invisible que nos une, hoy y siempre. Es tiempo de traer el Cielo a la Tierra y vernos como seres espirituales haciendo un tránsito humano. Esto significa, entre otras cosas, hacernos la vida más simple, verdadera, alegre, abundante, conectada.

Desapegarnos de las nimiedades del Ego (un instrumento, no nuestro dueño), de sus dramas tontos y aún de sus grandes miserias y sufrimientos. Somos mucho más que una colección de aspectos sin sentido; ellos están para experimentar los desafíos de ser un creador responsable. 

Nos debemos el vivir desde la luminosa guía de nuestro Ser. Se trata de cambiar hacia una mirada más integral, abarcadora, conciente, amorosa. Es la salida que estamos buscando en medio de la oscuridad. No está afuera ni en los demás. Está dentro de nosotros mismos. 
 
Autora: Laura Foletto
Sitio Web: www.abrazarlavida.com.ar
 

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Minuto de Sabiduria 11

Aprende a descansar tu mente. Una mente cansada no puede pensar bien.

Descansa la mente con ejercicios de higiene mental, para lograr todos los días mayor energía y fuerza.

Un cerebro cansado altera el pensamiento.

El pensamiento es la fuerza creadora más grande de la tierra.

Proporciona descanso a tu cerebro, y podrás pensar con claridad y gozo.

Tomado de: Minuto de Sabiduria de C. Torres Pastorino.

martes, 4 de septiembre de 2012

Minutos de sabiduria 10

Cambia tu modo de pensar, y tendras salud buena y estable.

Deja ya de lamentarte de tus enfermedades.

Las enfermedades se agravan con nuestros pensamientos negativos.

¡Aleja la enfermedad, sintiendo que te vas a sanar!

¡Tú puedes sanar completamente!

Todos los días mejoras, bajo todo punto de vista.

Tomado de: Minutos de Sabiduria de C. Torres Pastorino.